viernes, mayo 19, 2006

Decime bandoneon ....


Lo que más me gusta de los recitales y toques en vivo es cuando los músicos y artistas se dedican a disfrutar arriba del escenario. Cuando se crea ese espacio casi místico, como de un nirvana artístico, es cuando se produce la magia de la comunión de lo físico y lo etéreo.
En esta oportunidad es en un recital de Superville, en el Parque Cívico de Mendoza.

Olaff el Vikingo.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Totalmente de acuerdo.
Agregaria, por lo menos yo le he sentido asi, cuando el sentimiento se comparte entre el musico, el publico y la nada que los rodea.

2:32 p. m.  
Blogger Patricia Rodón said...

Me gustó la idea de "nirvana artístico". Siempre que me toca "cubrir" un espectáculo en el que se verifica este fenómeno, pienso, no sin cierta cuota de desesperación copada (no hablemos del espacio que tendremos a la hora real en la página real): ¿Cómo se puede describir, transmitir la belleza en estado puro, la felicidad en estado puro? ¿Qué puedo contar sino un manojo de impresiones, teñidas de verosimilitud y apacentadas en una buena prosa? ¿Cómo se relatan las emociones? Cuando el juicio se suspende y la experiencia se abrillanta.

4:47 a. m.  
Blogger FOTOMENTARIO said...

Patri, gracias por estar con nosotros, es bueno poder compartir con alguien ese tipo de "desesperación copada" del que hablas. Espero que en mis fotos esa sensación se traduzca en un sentimientro que sea trasmitido.
Sos una maestra.
Olaff el Vikingo.

12:38 p. m.  

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