lunes, mayo 29, 2006

que delicadito!!


El fútbol mendocino da para todo, canchas de tierra, barro y hasta piedras, espectadores en tribunas de madera, sentados en el suelo o, como mas les gusta... agarrados del alambrado, camarines helados en invierno e inhabitables en verano. Pero lo que más llama la atención es como cambia la gente; sus conductas, sus inhibiciones. Suele verse a gente mayor, correr como nunca sólo para insultar a un juez de línea, mujeres embanderadas como si estuvieran en la final del mundo y hasta niños que no tienen idea donde estan pero cumplen el sueño del padre de ver a "su" equipo. En este fútbol nuestro de cada día parece valer todo pero siempre están latentes los desbordes y la violencia y eso es lo que en verdad le hace mal al deporte más hermoso del mundo.
Chelo Carubín